Si en la actualidad se hiciera un análisis químico de una botellita de Flores de Bach, uno encontraría solo la presencia de coñac. Esto es porque las Flores de Bach, no actúan a través de principios bioquímicos ni moleculares, sin embargo han transcurridos mas de 60 años de utilización y uno sigue asombrándose por su acción curativa.

Al realizar investigaciones de cómo actúan se ha tenido que tomar en cuenta las pautas que mencionó en el año 1934 Bach: “A través de su alta vibración, determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de un orden superior, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar expeditos nuestros canales a los mensajes de nuestro Yo Espiritual” , las Vibraciones de las que habla el Doctor Bach es lo que se considera como Energía. Desde este punto Einstein manifestó que la diferencia entre materia y energía es muy relativa dado la intercambiabilidad que existen entre ellas. Uniéndose a este concepto Chopra también declara: "La mente domina la materia, salvo si la materia domina la Mente". Enunciado que hace latente el concepto de la intercambiabilidad.

Los seres humanos y muchas otras especies como la animal y la vegetal estamos dotados de una Energía intrínseca que se conecta con las vibraciones que contienen las Flores. Las Flores en sí mismas tienen el poder de otorgarnos una memoria ancestral que se traslada a través del agua.